MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los primeros reptiles y aves podrían haber parido crías vivas, según un estudio publicado en la revista 'Nature Ecology & Evolution'.
Hasta ahora se creía que el huevo de cáscara dura era la clave del éxito de los amniotas, un grupo de vertebrados que experimentan el desarrollo embrionario o fetal dentro de un amnios, una membrana protectora en el interior del huevo.
Sin embargo, un nuevo estudio de 51 especies fósiles y 29 vivas que podrían clasificarse como ovíparas (que ponen huevos de cáscara dura o blanda) o vivíparas (que dan a luz a crías vivas) sugiere lo contrario.
Los hallazgos muestran que todas las grandes ramas evolutivas de Amniota, a saber, Mammalia, Lepidosauria (lagartos y parientes) y Archosauria (dinosaurios, cocodrilos, aves) revelan viviparidad y retención embrionaria prolongada en sus antepasados.
La retención embrionaria prolongada (REP) consiste en que las crías son retenidas por la madre durante un tiempo variable, probablemente en función de las mejores condiciones para la supervivencia.
Aunque el huevo de cáscara dura se ha considerado a menudo una de las mayores innovaciones de la evolución, esta investigación da a entender que fue la REP la que proporcionó a este grupo concreto de animales la protección definitiva.
El profesor Michael Benton, de la Escuela de Ciencias de la Tierra de Bristol, explica en un comunicado que "antes de los amniotas, los primeros tetrápodos que desarrollaron extremidades a partir de aletas de pez tenían hábitos anfibios. Tenían que vivir en el agua o cerca de ella para alimentarse y reproducirse, como los anfibios modernos, como las ranas y las salamandras".
"Cuando los amniotas aparecieron en escena hace 320 millones de años, fueron capaces de separarse del agua gracias a la evolución de la piel impermeable y otras formas de controlar la pérdida de agua --prosigue--. Pero el huevo amniótico era la clave. Se decía que era un 'estanque privado' en el que el reptil en desarrollo estaba protegido de la desecación en los climas cálidos y permitió a los amniotas alejarse de la orilla del agua y dominar los ecosistemas terrestres", añade.
El director del proyecto, el profesor Baoyu Jiang, señala que "este punto de vista estándar ha sido cuestionado. Los biólogos habían observado que muchos lagartos y serpientes mostraban una estrategia reproductiva flexible entre la oviparidad y la viviparidad. A veces, especies estrechamente emparentadas muestran ambos comportamientos, y resulta que los lagartos vivíparos pueden volver a poner huevos mucho más fácilmente de lo que se suponía", afirma.
"Además, cuando observamos los fósiles, descubrimos que muchos de ellos eran portadores de vida, incluidos los reptiles marinos del Mesozoico como los ictiosaurios y los plesiosaurios --explica el doctor Armin Elsler--. Otros fósiles, entre ellos un choristodere del Cretácico de China, descrito aquí, muestran que el vaivén entre oviparidad y viviparidad se dio en otros grupos, no sólo en los lagartos".
Por su parte, el doctor Joseph Keating añade que "la REP está muy extendida entre los vertebrados actuales, en los que las crías en desarrollo son retenidas por la madre durante un periodo de tiempo más o menos largo".
"La REP es común y variable en los lagartos y serpientes actuales --continúa--. Sus crías pueden ser liberadas, ya sea dentro de un huevo o en forma de pequeños escurridizos, en diferentes fases de desarrollo, y parece que la REP tiene ventajas ecológicas, ya que quizá permite a las madres liberar a sus crías cuando las temperaturas son lo suficientemente cálidas y el suministro de alimentos es abundante".
El profesor Benton resalta que "este trabajo, y el de muchos otros en los últimos años, ha relegado a la papelera el modelo clásico del 'huevo de reptil' de los libros de texto".
"Los primeros amniotas habían evolucionado la retención prolongada del embrión en lugar de un huevo de cáscara dura para proteger al embrión en desarrollo durante un tiempo más o menos prolongado dentro de la madre, de modo que el nacimiento pudiera retrasarse hasta que el entorno fuera favorable", explica.
Concluye que "se desconoce si las primeras crías de amniotas nacieron en huevos apergaminados o como pequeños insectívoros vivos y chasqueantes, pero esta protección parental adaptativa les dio ventaja sobre los primeros tetrápodos".