MADRID 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
Marte podría haber albergado en el pasado playas de arena bañadas por el sol y con suaves olas, según un nuevo estudio publicado por experto internacionales, coordinados por investigadores de Penn State (Estados Unidos), en 'Actas de la Academia Nacional de Ciencias' ( PNAS ).
Para llegar a estos hallazgos, el equipo internacional de científicos utilizó datos del explorador marciano Zhurong para identificar capas ocultas de roca bajo la superficie del planeta que sugieren firmemente la presencia de un antiguo océano del norte. La nueva investigación ofrece la evidencia más clara hasta el momento de que el planeta alguna vez contuvo una importante masa de agua y un entorno más habitable para la vida, según Benjamin Cardenas, profesor adjunto de geología en Penn State y coautor del estudio.
"Estamos encontrando lugares en Marte que solían parecer playas antiguas y deltas de ríos antiguos", destaca Cárdenas. "Encontramos evidencia de viento, olas y mucha arena: una playa adecuada para las vacaciones".
El rover Zhurong aterrizó en Marte en 2021 en una zona conocida como Utopia Planitia y envió datos sobre la geología de sus alrededores en busca de señales de agua o hielo antiguos. A diferencia de otros rovers, venía equipado con un radar de penetración de rovers, que le permitió explorar el subsuelo del planeta, utilizando tanto un radar de baja como de alta frecuencia para penetrar el suelo marciano e identificar formaciones rocosas enterradas.
Al estudiar los depósitos sedimentarios subterráneos, los científicos pueden reconstruir una imagen más completa de la historia del planeta rojo, explica Cárdenas. Cuando el equipo revisó los datos de radar, reveló una estructura en capas similar a las playas de la Tierra: formaciones llamadas "depósitos de la costa" que descienden en pendiente hacia los océanos y se forman cuando los sedimentos son transportados por las mareas y las olas hacia una gran masa de agua.
"Esto nos llamó la atención de inmediato porque sugiere que había olas, lo que significa que había una interfaz dinámica de aire y agua", insiste Cárdenas. "Cuando miramos hacia atrás y vemos dónde se desarrolló la vida más temprana en la Tierra, fue en la interacción entre los océanos y la tierra, por lo que esto nos muestra un panorama de entornos habitables antiguos, capaces de albergar condiciones favorables para la vida microbiana".
Cuando el equipo comparó los datos marcianos con imágenes de radar de depósitos costeros en la Tierra, encontraron similitudes sorprendentes, según Cárdenas. Los ángulos de inclinación observados en Marte estaban dentro del rango de los observados en depósitos sedimentarios costeros en la Tierra. Los investigadores descartaron también otros posibles orígenes de los reflectores inclinados, como antiguos flujos fluviales, viento o actividad volcánica antigua. Sugirieron que la forma inclinada constante de las formaciones, así como el espesor de los sedimentos, apuntan a un origen costero.
"Estamos viendo que la línea costera de este cuerpo de agua evolucionó con el tiempo", apunta Cárdenas. "Tendemos a pensar en Marte como una simple instantánea estática de un planeta, pero estaba evolucionando. Los ríos fluían, los sedimentos se movían y la tierra se formaba y se erosionaba. Este tipo de geología sedimentaria puede decirnos cómo era el paisaje, cómo evolucionó y, lo que es más importante, ayudarnos a identificar dónde querríamos buscar vida pasada".
El descubrimiento indica que Marte fue en el pasado un lugar mucho más húmedo que hoy, lo que refuerza la hipótesis de que en el pasado hubo un océano que cubría gran parte del polo norte del planeta, explicó Cárdenas. El estudio también aportó nueva información sobre la evolución del entorno marciano, lo que sugiere que un período cálido y húmedo propicio para la vida duró potencialmente decenas de millones de años.