MADRID 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Suecia han pedido este martes al buque chino 'Yi Peng 3' que se desplace hasta sus aguas para poder investigar en profundidad la posible implicación del barco en el corte de dos cables submarinos de fibra óptica en el mar Báltico, un incidente que está siendo abordado por los países de la zona como un acto de sabotaje.
El primer ministro, Ulf Kristersson, ha señalado que se ha puesto en contacto con la tripulación del barco, principal sospechoso de lo sucedido en relación con los cables, uno de los cuales une Suecia y Lituania, mientras que el otro va desde Finlandia a Alemania.
Sin embargo, la embarcación sigue en aguas internacionales cerca de Kattegatt, bajo supervisión de la Armada de Dinamarca. "Queremos que el buque se mueva a aguas suecas para poder cooperar en la investigación", ha aseverado Kristersson durante una rueda de prensa.
El 'Yi Peng 3' zarpó del puerto ruso de Ust-Luga y se dirigía a Egipto. Tras la rotura de los cables, la Fiscalía de Suecia abrió una investigación al respecto para arrojar "claridad" sobre los hechos en pleno aumento de la inseguridad en la región.
Mientras, el ministro de Defensa lituano, Laurynas Kasciunas, ha planteado que una vez concluyan las investigaciones se puedan incluso aplicar sanciones contra los actores vinculados a estos "ataques". El país baraja ya la posibilidad de que se trate de un acto "terrorista".
Tras lo sucedido el pasado 17 de noviembre, las miradas se centraron rápidamente en Rusia, que ha tildado de "absurda" cualquier implicación en lo sucedido. "Es absurdo seguir acusando a Rusia de todo sin tener pruebas", ha aseverado el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.
Las autoridades de Finlandia también han abierto una investigación en torno al incidente en un intento por dilucidar si se trató de un ataque intencionado a medida que aumenta la tensión en el marco de la invasión rusa de Ucrania.