Publicado 11/01/2024 07:20

Periodistas españoles expresan su repudio ante el ataque y toma de rehenes en TC Televisión y otros medios de Ecuador

QUITO, Jan. 10, 2024  -- Ecuadorian troops patrol in Quito, Ecuador, Jan. 9, 2024. Ecuadorian President Daniel Noboa on Tuesday declared "internal armed conflict" and mobilized the army to combat organized crime linked to drug trafficking, following an
QUITO, Jan. 10, 2024 -- Ecuadorian troops patrol in Quito, Ecuador, Jan. 9, 2024. Ecuadorian President Daniel Noboa on Tuesday declared "internal armed conflict" and mobilized the army to combat organized crime linked to drug trafficking, following an - Mateo Armas / Xinhua News / Contactophoto

   MADRID, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -

   La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) se suma a la Federación Internacional de Periodistas (FIP), a la que pertenece, y a la Federación de Periodistas de América Latina y el Caribe (FEPALC), para expresar su repudio ante el ataque y la toma de rehenes en las instalaciones de TC Televisión así como otras situaciones similares que se registraron en otros medios de comunicación de Ecuador por parte de grupos del crimen organizado.

   Dichas federaciones también se mantienen en alerta ante "el crecimiento exponencial de la violencia contra periodistas y trabajadores de prensa en el país, que terminó de evidenciarse en estos hechos".

   La organización destaca que, en tiempos de crisis, "la labor informativa es imprescindible para garantizar el derecho a la información y preservar la democracia".

   Durante la jornada del día 9 de enero, se registraron en todo Ecuador hechos de violencia armada por parte de grupos del crimen organizado tras la declaración del estado de excepción anunciado por el nuevo presidente, Daniel Noboa.

   Esta medida fue lanzada ante la grave crisis de seguridad que atraviesa el país, que se profundizó en el último año y que tuvo impacto directo en las condiciones en las que realizan su labor los trabajadores de los medios de comunicación.

   Esto quedó evidenciado en el ataque a TC Televisión, en la ciudad de Guayaquil, en donde un grupo armado irrumpió en la transmisión en directo del noticiero y obligó a los trabajadores que allí se encontraban a que continuaran con la programación para usar esa plataforma a fin de comunicar sus intenciones. Numerosos trabajadores fueron tomados como rehenes y, tras más de dos horas de tensión, fueron liberados y los responsables fueron detenidos por las fuerzas de seguridad.

   Hechos similares fueron registrados en Gama TV, donde hubo secuestros de trabajadores del medio que fueron posteriormente liberados. Periodistas de otros medios de comunicación afirmaron haber recibido llamados intimidatorios de grupos del crimen organizado.

   "Desde la FIP y la FEPALC repudiamos enérgicamente este hecho sin precedentes en Ecuador. Rechazamos el que los periodistas sean blanco de ataques, nos solidarizamos con nuestros colegas y demandamos se active de inmediato el mecanismo de protección a periodistas en todo el país de manera urgente", expresaron la vicepresidenta de la FIP, Zuliana Lainez; y el presidente de la FEPALC, Álvaro Pan Cruz.

   La Federación Nacional de Periodistas del Ecuador (FENAPE) emitió un comunicado en el que rechaza lo sucedido y hace un llamado urgente a las autoridades nacionales, instándolas a proporcionar seguridad al ejercicio periodístico.

   "Es imperativo garantizar condiciones seguras para que estos profesionales puedan llevar a cabo su labor, especialmente en un momento en el que mantener informada a la ciudadanía es esencial", expresó la organización.

   La FAPE, la FIP y la FEPALC se suman a sus demandas. En un contexto de alarmante violencia, en el que numerosos periodistas han sido obligados a dejar el país o han sido víctimas de ataques, las organizaciones de periodistas consideran necesario "que se activen de manera urgente los mecanismos de protección de la labor periodística".

   "En momentos de crisis, el derecho a la información es fundamental para los sistemas democráticos, y los trabajadores de la comunicación deben poder realizar su trabajo de manera segura, algo que debe ser garantizado por las autoridades", concluye la FAPE.