MADRID 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ha amenazado este lunes con ataques contra las instalaciones nucleares de Irán, asegurando que se encuentran "más expuestas que nunca" tras los bombardeos perpetrados en octubre por parte del Ejército israelí contra diversos objetivos militares en el país centroasiático.
"Irán está más expuesto que nunca a ataques contra sus instalaciones nucleares", ha dicho. "Tenemos la oportunidad de lograr nuestro objetivo más importante: frustrar y eliminar la amenaza existencial para el Estado de Israel", ha declarado en su cuenta de la red social X, en un mensaje que ha trasladado al Ejército israelí durante su primera reunión como ministro desde que tomó posesión del cargo tras la destitución de su predecesor, Yoav Gallant.
La posibilidad de un posible ataque israelí contra objetivos nucleares ya estuvo sobre la mesa como parte de la respuesta de Israel a los ataques con misiles llevados a cabo el 1 de octubre por parte de Irán, si bien finalmente no se materializó, después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresara su oposición a esta posibilidad.
Finalmente, Israel llevó a cabo una serie de bombardeos que dejaron cuatro militares y un civil muertos, en lo que describió como una reacción a los ataques con cerca de 180 misiles balísticos por parte de Irán. Tras ello, medios israelíes indicaron que el objetivo fueron los sistemas de defensa antiaérea de Irán.
Los ataques iraníes del 1 de octubre fueron descritos por Teherán como una respuesta a la muerte de varios líderes de grupos armados aliados de Teherán en la región. El Ejército israelí confirmó que varias de sus bases aéreas fueron alcanzadas, si bien negó daños de relevancia y rechazó dar detalles sobre el porcentaje de interceptaciones.
En este contexto y ante las especulaciones sobre la posible reacción de Irán a los ataques israelíes, el ministro de Exteriores de Irán, Abbas Araqchi, aseguró la semana pasada que Teherán responderá de forma "precisa" y "calculada", antes de insistir en que el país "no busca un aumento de las tensiones" en Oriente Próximo.