MADRID 14 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas (CGCODN) ha lanzado una campaña de concienciación y divulgación sobre los trastornos digestivos funcionales, un conjunto de síndromes cuya prevalencia ha aumentado en los últimos años a nivel mundial, y que se realiza en colaboración con la Academia Española de Nutrición y Dietética, con motivo del Día del Dietista-Nutricionista, que se celebra el 24 de noviembre.
La organización ha elegido el lema de 'Todo me sienta mal', pues casi el 90 por ciento de los pacientes con trastornos digestivos funcionales aseguran que el síntoma principal es la intolerancia o las molestias gastrointestinales relacionadas con el consumo de alimentos específicos, que varían según cada paciente, según un comunicado.
El presidente de CGCODN, Manuel Moñino, ha afirmado que la campaña pretende "informar a la población sobre el origen y las causas de los trastornos digestivos funcionales, aportar recomendaciones para su prevención, concienciar sobre la importancia de tratarlos correctamente y desmentir algunos mitos existentes en torno a esta temática, que se difunden principalmente a través de redes sociales".
Además, busca "ofrecer información, materiales y recursos que sirvan a los dietistas-nutricionistas y profesionales de la salud como apoyo y guía para la intervención con sus pacientes", por lo que a lo largo del mes de noviembre se difundirán materiales y se organizarán charlas y talleres dirigidos a la población.
El tratamiento de estas afecciones, que se desarrollan en el eje intestino-cerebro y están asociadas a la función del sistema digestivo, es algo "fundamental" para evitar que los problemas se vuelvan crónicos, para lo que el seguimiento debe ser "interdisciplinar", participando el médico, el diestista-nutricionista y el psicólogo.
"Este tipo de trastornos, que abarcan desde la intolerancia alimentaria hasta el SIBO, la disbiosis, etcétera, es cada vez más frecuente. Por ello, es fundamental un diagnóstico preciso y un enfoque interdisciplinar en su tratamiento, con el médico, el dietista-nutricionista y el psicólogo trabajando de forma complementaria", ha afirmado la responsable del área de nutrición de la Unidad Andaluza de trastornos digestivos funcionales, Alicia Salido.
La disbiosis se produce cuando se desequilibra la microbiota intestinal --que cumple funciones metabólicas, inmunológicas, fisiológicas y de barrera intestinal funcional--, que puede ocurrir por diferentes causas como los malos hábitos dietéticos, la exposición a tóxicos, el estrés crónico, el uso de antisépticos y antibióticos o las infecciones intestinales.
El sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (SIBO, por sus siglas en inglés) "podría estar afectando hasta un 20% de la población sana", y aparece cuando hay un aumento anormal de microorganismos que no se encuentran comúnmente en esa parte del tubo digestivo, si bien suelen ser diferentes en cada paciente y no deben ser tratados por igual.
Los síntomas suelen incluir la pérdida de apetito, el dolor abdominal, hinchazón, gases, sensación de saciedad, digestiones lentas, diarrea o estreñimiento funcionales, pérdida de peso involuntaria o malnutrición por malabsorción de nutrientes, y puede estar causada por el estrés, la ansiedad, la depresión, los trastornos del estado de ánimo o del sueño, una alimentación desequilibrada, dietas restrictivas y consumo habitual de alimentos de baja calidad nutricional, algunos tratamientos prolongados (antibióticos, antiácidos, quimioterapia, antihistamínicos, corticoides) o una higiene bucal deficiente.