MADRID, 22 Dic. (EUROPA PRESS) -
La ONG Human Rights Watch ha denunciado este domingo que el aparato de seguridad estatal de Emiratos Árabes Unidos tiene en su punto de mira a decenas de familias de disidentes políticos, tanto los detenidos dentro del propio país como los exiliados en el extranjero.
Las autoridades, denuncia HRW, se encuentran detrás de una campaña de acoso a estas familias. Ha revocado la ciudadanía de 19 familiares de dos disidentes. Actualmente, al menos 30 familiares de seis de los disidentes tienen prohibido viajar; y 22 familiares de tres de los disidentes tienen prohibido renovar sus documentos de identidad. Entre 2013 y 2019, los familiares de los ocho disidentes vieron restringidos sus esfuerzos para acceder a un empleo y a educación superior.
"Las autoridades de Emiratos, en su determinación de aplastar la disidencia, han permitido que su aparato de seguridad estatal use su poder para castigar continuamente a las familias de los activistas, tanto detenidos como que viven en el extranjero", ha denunciado el subdirector de Medio Oriente y África del Norte, Michael Page.
Page ha pedido a las autoridades emiratíes que "desistan de estos actos de venganza, que prácticamente equivalen a un castigo colectivo", ejercido a través de medidas arbitrarias e injustificadas, sin una base legal clara. Ninguno de los familiares seleccionados pudo obtener un documento oficial del gobierno o judicial que ordenara la acción. Tampoco han podido apelar.
"Cada vez que la familia intentaba comprender por qué el gobierno negaba el acceso a un servicio o tenía una solicitud pendiente indefinidamente, se les decía, verbalmente, que la obstrucción estaba ocurriendo a nivel de seguridad estatal", según disidentes exiliados.
Las familias denuncian que los responsables de seguridad efectúan interrogatorios con regularidad e incluso visitan a familiares segundos, amigos y simples conocidos de las familias. El resultado suele ser el aislamiento. "Todos nuestros primos y amigos nos han dejado solos porque cualquiera que frecuente nuestra casa acaba interrogado sobre nosotros y nuestras vidas. Nos hemos convertido en parias", lamenta otro disidente.
Los disidentes avisan de que el aparato de seguridad controla desde principios de la década de 2000 la actividad privada en todo el país, desde el desplazamiento de personas, hasta la renovación de sus documentos de identidad, pasando por la obtención de becas.
Desde 2011, Human Rights Watch lleva documentando con regularidad estos "graves casos de abuso" contra disidentes y activistas, víctimas de "detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas y tortura". Emiratos, afirma la ONG , "ha arrestado y procesado a cientos de abogados, jueces, maestros y activistas, y cerrado asociaciones de la sociedad civil y organizaciones extranjeras, aplastando efectivamente cualquier espacio para la disidencia".
"El estado policial de los EAU no solo castiga a quienes disienten pacíficamente, sino que acosa y abusa incluso de aquellos relacionados con ellos, y su intolerancia a las críticas alcanza proporciones cómicas", ha lamentado Page. "Resulta sorprendente que tantos otros países y personas influyentes continúen asociándose con un gobierno que castiga colectivamente a ciudadanos inocentes".