Publicado 19/10/2020 04:13

Corea del Norte.- Torturas, trabajos forzosos e insalubridad: los abusos de la detención preventiva en Corea del Norte

Corea del Norte.- Torturas, trabajos forzosos e insalubridad: los abusos de la d
Corea del Norte.- Torturas, trabajos forzosos e insalubridad: los abusos de la d - -/KCNA/dpa

MADRID 19 Oct. (EUROPA PRESS) -

El sistema de detención preventiva en Corea del Norte se ha convertido en un catalizador de torturas, condiciones insalubres y trabajos forzados, como lo atestiguan algunos de quienes la han sufrido y que han hablado con Human Rights Watch (HRW), que recoge en un informe los detalles de unos protocolos "arbitrarios, violentos, crueles y degradantes".

Ocho antiguos funcionarios que huyeron de Corea del Norte y 22 ciudadanos que han sufrido los abusos del opaco sistema de su país coinciden en que, una vez que fueron detenidos, se asomaron a un abismo donde no sabían qué les podía ocurrir a continuación. Sin acceso a abogados independientes y sin capacidad de protesta, quedaron a merced de lo que le fuesen dictando las autoridades.

Quienes han pasado por la detención preventiva cuentan casos en los que fueron obligados a quedarse en la misma postura durante días, sufrieron golpes o padecieron falta de comida, ropa y aseo. En el caso de las mujeres, también se habrían dado casos de abusos sexuales y violación.

El régimen de Kim Jong Un considera a estos detenidos "poco menos que animales", como reza el titulo del informe de HRW. Los funcionarios se refieren a ellos por el número en lugar de por el nombre y no autorizan ningún contacto visual, fomentando un clima de temor y sometimiento que pasa factura tanto física como psicológicamente.

"El sistema de detención preventiva y de investigación es arbitrario, violento, cruel y degradante", ha sentenciado el director para Asia de HRW, Brad Adams, al hablar de un país donde la gente vive con "miedo constante" a caer en manos de un régimen donde "se presupone la culpa" y en el que "la única salida es a través de sobornos y enchufes".

LA HUMILLACIÓN COMO SISTEMA

Los exfuncionarios consultados por la ONG reconocen que "el maltrato y la humillación están considerados un parte crucial del sistema de justicia penal en Corea del Norte", pese a una comisión de investigación de la ONU ya acreditó en 2014 que las sistemáticas violaciones de Derechos Humanos en el país asiático equivalían a crímenes contra la Humanidad.

"Si nos movíamos, nos castigaban a levantarnos y sentarnos, hacer planchas, abdominales o a sostener barras de metal", cuenta un exsoldado que huyó en 2017 tras ser detenido en varias ocasiones por contrabando e intentos de deserción. "Si (los guardias) se enfadaban, venían a la celda y nos pegaban", relata.

Estos abusos "ocurrían todos los días" en al menos una de las celdas, lo que contribuía a "mantener la tensión" entre los presos. "Había veces que casi pensaba en quitarme la vida. Mientras estaba allí, más de 50 detenidos desaparecieron", asegura, aludiendo a la red de campos de trabajo y prisiones que el régimen ha tejido para perseguir cualquier atisbo de desobediencia.

Una vez apresado, hay pocas opciones de evitar una pena menor o verse obligado a realizar una larga condena de trabajos forzados, sin remuneración de ningún tipo. Adams ha instado a las autoridades norcoreanas a "sacar el sistema de su época oscura" y, con ayuda internacional, crear una red "profesional" que "dependa de las pruebas y no de las torturas para resolver los delitos".

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