Publicado 10/06/2023 01:30

Los barones del Partido Republicano unen filas contra un imputado Donald Trump en las primarias a la Casa Blanca

Archivo - November 24, 2020, Washington, District of Columbia, USA: United States President Donald J. Trump joined by US Vice President Mike Pence, delivers brief remarks on the stock marked and the Dow reaching 30,000 for the first time in history, at
Archivo - November 24, 2020, Washington, District of Columbia, USA: United States President Donald J. Trump joined by US Vice President Mike Pence, delivers brief remarks on the stock marked and the Dow reaching 30,000 for the first time in history, at - Europa Press/Contacto/Kevin Dietsch - Pool Via Cnp

DeSantis y Pence, emblemas del partido, destacan entre una decena de candidatos homogéneos en la radicalización de sus programas políticos

MADRID, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -

El expresidente de Estados Unidos Donald Trump ya conoce a sus rivales más destacados de cara a las primarias del Partido Republicano a la Casa Blanca que tendrán lugar a partir de febrero del año que viene; un grupo de candidatos relativamente distanciados de la figura del magnate pero que han acabado asumiendo los principios ultranacionalistas de su antigua Presidencia, sin las aristas de su personalidad.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, y el que fuera vicepresidente de Trump, Mike Pence, sus principales contrincantes en las primarias, ejemplifican la estrategia a seguir por el núcleo duro del partido, la construcción de una versión suavizada e impoluta de Trump, sobre el que pesan ya dos imputaciones, la última este pasado viernes por retención de información, ocultamiento de documentos, conspiración para obstruir la justicia y declaraciones falsas, que poca o ninguna mella han hecho entre sus simpatizantes. Trump sigue siendo el favorito indiscutible para ganar la candidatura.

Esta circunstancia pone en un brete al Partido Republicano, que ha defendido a su antiguo abanderado contra estas acusaciones pero todos los candidatos saben que de una forma u otra van a tener que declarar su oposición a Trump, bien en campaña o bien en los debates del año que viene para dar un vuelco a los actuales sondeos que conceden al expresidente una diferencia aplastante en intención de voto sobre todos sus rivales.

Por concretar, la recopilación de encuestas actualizada a este pasado viernes por la web FiveThirtyEight otorga a Trump el 53,8 por ciento del respaldo del electorado republicano, más de treinta puntos porcentuales por encima de DeSantis (21,3 por ciento). Pence, que anunció su candidatura el miércoles, ni siquiera llega a los dos dígitos (5,4 por ciento), como tampoco alcanzan ni la que fuera embajadora de EEUU ante Naciones Unidas bajo la Presidencia Trump, Nikki Haley (4,5 por ciento), ni el inversor Vivek Ramaswamy (3,5 por ciento), ni el senador por Carolina del Sur Tim Scott (2,2 por ciento. El exgobernador de Arkansas Asa Hutchinson no llega ni al 1 por ciento.

CULTISMO

El exgobernador de Maryland y destacada figura republicana Larry Hogan avisó el pasado fin de semana en un editorial para el 'New York Times' del doble peligro que representa para el partido volver a apostar por Trump y la ausencia de una condena explícita a su persona. "Un culto a la personalidad no puede sustituir a un partido de principios. Como nuestra gente siga asustada de decir en voz alta lo que piensan (de Trump) a puerta cerrada, jamás vamos a triunfar. Los votantes republicanos llevan demasiado tiempo sin ver un debate sobre los valores de nuestro partido más allá de la lealtad a Trump", escribió.

"Principios" fue un palabra repetida constantemente por DeSantis en entrevista con el presentador de radio Matt Murphy a finales de mayo recogida por USA Today, en la que se presentó como una versión todavía más extrema de Trump, al que llegó a acusar de estar "moviéndose a la izquierda". "Por mi parte", aseguró DeSantis, "yo siempre he sido una persona anclada en los principios conservadores y aquí se gana defendiendo políticas atrevidas, como he demostrado en Florida, donde nunca me he andado con rodeos".

DeSantis todavía no ha realizado un ataque directo contra Trump. Todo lo más ha criticado algunas de sus decisiones durante su mandato, como su respuesta a la pandemia, y ha preferido presentarse al electorado como una figura de futuro, ignorando los numerosos ataques personales que le ha dedicado el magnate en su red Truth Social. Como se pudo escuchar en la entrevista con Murphy, el gobernador apuesta en su lugar por exhibir principalmente sus credenciales al frente del estado, donde ha aprobado la prohibición del aborto tras las seis semanas (en disputa ante el Tribunal Supremo del estado), la suspensión de la educación en orientación sexual y políticas de identidad de género en los colegios o el libre porte oculto de armas.

La rivalidad de Pence tiene un cariz mucho más personal y, al mismo tiempo, más esencial: más allá de los valores del partido Republicano, las primarias del año que viene serán una lucha por el espíritu de la Constitución de EEUU que Trump pisoteó al alentar a sus simpatizantes a asaltar el Capitolio en enero de 2021 y al poner después a Pence y a su familia en el blanco de la ira de sus seguidores tras acusarle de no haber disputado la derrota del magnate en las elecciones de noviembre de 2020. "Cualquiera que se crea que está por encima de la Constitución", indicó Pence durante la presentación de su candidatura, "no debería ser jamás presidente de EEUU".

Más allá de Pence y DeSantis, el resto de candidatos no cuentan con aspectos realmente distintivos. Haley, a falta de concretar realmente sus posiciones, podría apelar a las votantes como la única mujer en carrera, mientras que candidatos negros como Scott o el presentador de radio Larry Elder apenas tienen impacto en los sondeos aunque expertos de la web Politico apuntan que podrían registrar cierta subida en las semanas previas a las primarias antes de desinflarse.

Queda por ver qué futuro le aguarda a otro de los últimos candidatos en anunciarse para la carrera, el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie, el único de los rivales de Trump capaz de lidiar golpe por golpe con las invectivas del magnate y que podría actuar como una especie de "picador" durante los debates, según la miembro de la junta editorial del 'New York Times' durante los careos, Michelle Cottle.

"Un enamorado del espejo", llamó Christie a Trump durante el anuncio de su candidatura. Y, sin embargo, es uno de los candidatos con la actitud más definida respecto al expresidente: acabar con él a toda costa, por muy revanchista que parezca, consciente de la enorme influencia de la que todavía disfruta el antiguo mandatario. "Voy a ser muy claro: estoy aquí para acabar con Donald Trump. Porque quiero ganar y quiero que él no gane. Está liderando la carrera a la nominación republicana. Y para ganar hay que pasarle por encima, porque le conozco desde hace más de 20 años y puedo garantizar que él va a hacer exactamente lo mismo", declaró.

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