Publicado 16/05/2014 16:21

UNASUR insta a Gobierno y MUD a seguir con el diálogo y recuerda que "este tipo de procesos toma tiempo"

CARACAS, 16 May. (EUROPA PRESS) -

La Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) ha instado al Gobierno de Nicolás Maduro y a la Mesa de Unidad Democrática (MUD) a seguir con el diálogo para poner fin a la violencia en Venezuela, subrayando que "este tipo de procesos toma tiempo", después de que la coalición opositora anunciara la suspensión unilateral de las conversaciones.

"Los países de UNASUR reiteran el llamado al Gobierno de Venezuela y a la MUD para lograr un diálogo amplio que permita a los venezolanos, sin injerencias, alcanzar un acuerdo que garantice la convivencia pacífica y la estabilidad en el país", han dicho en un comunicado.

La organización regional ha recordado que "este tipo de procesos toman tiempo", señalando que "la prudencia en las declaraciones es fundamental para permitir los avances y apoyar los esfuerzos de los venezolanos y UNASUR". "Pedimos a los distintos gobiernos, actores y organizaciones dar un espacio para avanzar en el diálogo", ha añadido.

A este respecto, ha indicado "que la imposición de sanciones podría polarizar aún más el escenario político y constituiría un obstáculo al proceso de acompañamiento iniciado por UNASUR, el cual ha tenido el mérito de iniciar una generación de confianza y ha contribuido a disminuir la violencia".

"Este es un momento para acompañar al pueblo venezolano en su esfuerzo por encontrar soluciones a la actual situación política. UNASUR tiene la esperanza en que los venezolanos unidos, puedan enfrentar los desafíos en paz y democracia", ha dicho.

Así, ha reafirmado su interés "en continuar favoreciendo la facilitación del proceso de diálogo entre el Gobierno y la MUD, iniciativa que se desarrolla con el apoyo, asesoría y acompañamiento de UNASUR y con la participación de la Santa Sede".

SUSPENSIÓN DEL DIÁLOGO

El pasado martes, el secretario ejecutivo de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo, anunció la suspensión "de las reuniones de los grupos de trabajo en rechazo a la decisión del Gobierno de continuar arremetiendo con represión injustificada contra manifestantes".

También esgrimió como argumento "las declaraciones socarronas e insultantes del presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, que demuestran que el sector radical y militar del oficialismo que dirige está atentado contra la posibilidad de que el diálogo tenga éxito".

Asimismo, criticó que, a pesar de que hace un mes que comenzó el diálogo, "el Gobierno todavía no ha fijado fecha para reunirse con el movimiento estudiantil, que tiene sus propios portavoces y sus propias exigencias" ni con los trabajadores.

Por último, indicó que, a pesar de que la coalición opositora presentó hace semanas sus propuestas sobre la pacificación nacional y sus críticas a la ley de ordenamiento del territorio, que considera inconstitucional, aún no ha recibido respuesta.

DIÁLOGO POLÍTICO

El diálogo político arrancó el pasado 10 de abril en el Palacio de Miraflores --sede de la Presidencia venezolana-- gracias a la mediación del Vaticano y de los ministros de Exteriores de Colombia, Ecuador y Brasil, como representantes de UNASUR.

Después de los numerosos llamamientos realizados por Maduro, finalmente el sector más moderado de la MUD, liderado por su secretario ejecutivo y por su ex candidato presidencial, Henrique Capriles, decidió dialogar.

Para ello tuvo que renunciar al cumplimiento de una serie de requisitos previos por parte del Ejecutivo, lo cual ha creado una brecha en la coalición opositora, ya que otro sector se niega a sumarse a las conversaciones sin estas "condiciones elementales".

Los más radicales de la coalición opositora --entre ellos Leopoldo López y la ex diputada María Corina Machado-- exigen al Gobierno el fin de la represión de las protestas en su contra, la liberación de los detenidos en las mismas y el desarme de los grupos de civiles.

CRISIS VENEZOLANA

La crisis política en Venezuela estalló el pasado 12 de febrero, cuando arrancaron las protestas antigubernamentales y la represión de las mismas por parte de las fuerzas de seguridad y de civiles armados, que ya ha dejado 41 muertos, 813 heridos y cientos de detenidos.

Desde entonces, opositores y oficialistas han marchado a diario para repudiar las acciones del contrario y llamar a un diálogo que aún no se ha producido porque la oposición exige antes la liberación de los detenidos, el desarme de los grupos pro gubernamentales y el fin de la represión.

La inestabilidad de Venezuela ha llevado a sus vecinos regionales a reunirse para buscar una solución. La Organización de Estados Americanos (OEA) se ha limitado a hacer un llamamiento al diálogo, a pesar de que Panamá había solicitado medidas efectivas, lo que ha llevado a Venezuela a romper las relaciones bilaterales.

UNASUR fue un paso más allá y, aunque expresó su respaldo a Maduro, creó una comisión de ministros de Exteriores que ha conseguido sentar a la mesa de negociaciones a Gobierno y oposición.