MADRID, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -
Monseñor Ramón Ovidio Pérez Morales, miembro de la Conferencia Episcopal de Venezuela, ha negado este lunes que se puedan celebrar encuentros entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición en el marco del diálogo de paz en Vaticano.
En declaraciones al programa 'Por donde vamos', de Unión Radio, Pérez Morales ha indicado que a este respecto existen "informaciones contradicciones" y ha aclarado que "no hay nada claro ni preciso" acerca de las reuniones en Vaticano.
Asimismo, ha pedido un "cambio de orientación política" en Venezuela, señalando que es necesario para que los venezolanos no se hundan "más en el desastre".
"Este diálogo desde un comienzo tuvo una base muy frágil ya que desde un comienzo estuvo viciado", ha matizado el arzobispo, que ha insistido en la necesidad de que las dos partes se reconozcan y respeten mutuamente y busquen "caminos para el bien común".
La semana pasada, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) anunció que había entregado, tras días de revisión, un documento con sus condiciones para retomar el diálogo.
Días antes, tanto el Ejecutivo nacional como la coalición opositora se reunieron con el equipo de mediadores, integrado por el secretario general de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR), Ernesto Samper, el 'trío de expresidentes' y el propio nuncio del Vaticano en Venezuela, Aldo Giordano.
Sendas reuniones concluyeron con la presentación, por parte de los mediadores, de una propuesta para relanzar un diálogo que arrancó el pasado 30 de marzo en Isla Margarita pero que se ha visto continuamente interrumpido por las acusaciones, por parte de la oposición, de que el Gobierno incumple los acuerdos.
Por su parte, el presidente, Nicolás Maduro, ha asegurado que la coalición opositora "no quiere ceder" en las conversaciones, a pesar de que el Gobierno sí ha cumplido con los acuerdos sellados en reuniones previas.
"Es un despropósito aberrante que la MUD diga que no quiera dialogar; es un desconocimiento a sus obligaciones como ciudadanos, como representantes públicos. Es una burla para los acompañantes internacionales y facilitadores", señaló entonces el presidente.