Publicado 15/10/2024 08:18

El Ejército de Colombia despliega 1.400 efectivos para retomar el control de uno de los bastiones de 'Iván Mordisco'

Archivo - Un soldado colombiano Jamundi, Valle Del Cauca, imagen de archivo.
Archivo - Un soldado colombiano Jamundi, Valle Del Cauca, imagen de archivo. - Europa Press/Contacto/Sebastian Marmolejo

MADRID 15 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Ejército de Colombia ha llegado esta semana con 1.400 efectivos a El Plateado, en medio del difícilmente accesible cañón del Micay, bastión del jefe de la disidencias de las FARC, Néstor Vera Fernández, alias 'Iván Mordisco'. "Hemos llegado para quedarnos y no nos iremos", ha advertido el general Erick Rodríguez.

La llegada del Ejército a la localidad vino precedida estos días por una misión del Gobierno, con hasta seis ministros del gabinete del presidente Gustavo Petro, para presentar un nuevo plan económico y de seguridad para retomar el control de un territorio tradicionalmente desconectado del resto del país por su difícil acceso.

Esta ausencia de Estado ha propiciado que pronto se convirtiera durante el conflicto armado en epicentro del narcotráfico y plaza a disputar por los diferentes grupos que han actuado desde la década de los 80, siendo ahora la disidencia del Estado Mayor Central (EMC) de las FARC quien tiene el control.

Rodríguez ha explicado ante los medios que más allá de la presencia de las Fuerzas Armadas, es necesario cambiar la economía no solo de este localidad, sino de todo el municipio de Argelia, en Cauca. "Cambiándola podremos quitar ese control que tienen las estructuras del Estado Mayor Central sobre la población", ha dicho.

"Donde florece la coca, el resto de la agricultura se extingue", ha afirmado Rodríguez, al frente de la bautizada 'Operación Perseo', con la que el Gobierno espera recuperar el control de un territorio que hace quince años fue entregado al crimen organizado a petición de una población local temerosa de represalias.

"Lo que estamos haciendo es corregir estos hechos mediante el avance militar", ha señalado el comandante del Ejército, que contará con 1.400 efectivos desplegados por un territorio de unos 3.500 kilómetros cuadrados en los que viven unas 60.000 personas. "Es un esfuerzo que no tiene retroceso por recuperar el cañón", ha dicho.

"Nuestros campesinos no siembran vida, no siembran comida, siembran veneno", ha lamentado Rodríguez, quien no esconde la dificultad de revertir una situación que lleva enquistada más de una década. "El Ejército llegó para quedarse", ha destacado como primera paso para expulsar el crimen organizado y cambiar las formas de vida.

El EMC, que se erigen herderos originales de las FARC, nunca ha tenido una unidad de mando real. Por un lado se encuentra la facción de 'Mordisco' a la que el Ejército combate y por otro la que se sienta en la mesa de negociación con el Gobierno y que lidera Alexánder Mendoza, alias 'Calarcá'.

La recuperación del cañón del Micay siempre ha estado en la agenda del Gobierno, pero con el inicio de las conversaciones las operaciones se habían congelado. Sin embargo, con la salida de 'Mordisco' de la mesa de negociación en marzo de este años, el Ejército ha retomado sus acciones para recuperar el lucrativo territorio.

La primera incursión de esta 'Operación Perseo' comenzó en la noche del domingo con la inédita autorización del presidente Petro de bombardear posiciones del EMC, dejando al menos dos supuestos cabecillas detenidos y una veintena de heridos más, todos ellos civiles y militares.

Durante el fin de semana, algunos grupos y colectivos del territorio instaron al presidente Petro a retirar la presencia de los militares y comparecer personalmente ante las comunidades para escuchar de primera mano sus necesidades, ante la posibilidad de que las disidencias tomen represalias contra la población.

"Exigimos al Estado que retire la bota militar. Si hay presencia del Gobierno le pedimos que sea con inversiones para vías y proyectos sociales. Presidente Gustavo Petro, venga a nuestra región y verifique nuestras denuncias", reclamaron.

Por el momento, el Ejército ha logrado acceder al casco urbano de El Plateado, pero queda por ver el alcance que puede tener tanto en sus áreas rurales, como en las de todo el cañón. Al reto que supone hacerse con su control territorial se suma la capacidad del Gobierno para desplegar los planes necesarios para revertir la actual situación de las comunidades que viven en la región.

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