"Es un proyecto de país, un avance sin precedentes", afirma la ministra
GIJÓN, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha arrancado este jueves en Gijón una "contraofensiva" en defensa de la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas.
"Es un proyecto de país, un avance sin precedentes", ha destacado, a lo que ha apuntado que por eso la combaten no solo la patronal y los poderes económicos, sino porque transmite un proyecto de país que da fuerza y esperanza en un momento en que la gente, según la ministra, está sufriendo, donde hay guerras, donde gobiernan Donald Trump o Javier Milei y otros que quieren poner el mundo "en jaque".
"Queremos ganar tiempo de vida", ha indicado, en un acto sobre la reducción de la jornada laboral celebrado en el Centro Municipal de El Coto, bajo el lema 'Trabayar menos, vivir meyor', en el que también han intervenido el consejero de Ordenación de Territorio, Urbanismo, Vivienda y Derechos Ciudadanos del Principado, Ovidio Zapico (IU), el portavoz parlamentario de Sumar Asturias, Xabel Vegas, el secretario general de UGT Asturias, Javier Fernández Lanero, y Esther Barbón (CCOO Asturias).
"Hay esperanza", ha asegurado Díaz, a lo que ha augurado que van a ganar esta batalla, como también se hizo con la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
Díaz se ha preguntado que, con un salario mediano de 1.599 euros al mes, si alguien puede vivir en España "con dignidad". La ministra ha apelado a los buenos datos económicos del país y ha asegurado que ha llegado el momento de que los beneficios y márgenes empresariales lleguen a la gente.
Por otra parte, ha llamado la atención sobre que en España se hacen tres millones de horas extra sin retribuir a la semana, que no cotizan tampoco. "Tenemos un país extenuado y que no puede más", ha advertido Díaz.
Es por ello, que se incluye la modificación del registro horario, para que pase a ser digital, interoperativo y con el que la Inspección de Trabajo va a saber la realidad de las jornadas.
Relacionado con ello, ha rechazado que este sistema pueda generar problemas de ciberseguridad, como adujo el ex presidente del Gobierno, José María Aznar (PP), al tiempo que negado que pueda aumentar el absentismo por la reducción de la jornada.
Se garantiza, asimismo, el derecho a la desconexión. La ministra ha apuntado que, frente a estar todo el día conectados, ahora a partir del fin de la jornada, el trabajador no tendrá que responder a ninguna llamada o mensaje del trabajo.
En cuanto a las sanciones, ha señalado que se van a individualizar, por lo que ya no va a ser económico el incumplir la jornada laboral.
Con todo, ha resaltado que esta medida va de repartir la riqueza, el tiempo y los beneficios y de dar un poco de esperanza a los trabajadores. "Nosotros sí vamos a defender un proyecto democrático para España", ha remarcado Díaz.
Un proyecto feminista por excelencia, pero que también contribuye con la lucha contra el cambio climático, al reducir las emisiones de Co2. Por otro lado, ha incidido en que uno de los mayores problemas de salud mental guarda relación con el tiempo de trabajo, y también la precariedad.
"No es una medida más", ha recalcado Díaz, quien ha animado a los presentes a salir a defenderla frente a los "muchos adversarios" que tiene, no solo por parte de la patronal, sino también políticos. A modo de ejemplo, ha puesto lo ocurrido con el PP y su rechazo inicial al llamado decreto Ómnibus.
"El Gobierno tiene fuerza, tenemos ideas", ha asegurado la ministra. "No van a ganar", ha remarcado respecto a los que están en contra. Ha alertado, en este caso, que contra este momento "histórico", la ofensiva es "brutal", por lo que hay que salir a ganar dando razones.
"No da igual quien gobierne", ha sostenido Díaz, antes de poner de ejemplo la gestión de la DANA en Valencia. Ha insistido, en este sentido, en que todos salgan a defender esta medida "porque puede cambiar la vida de la gente".
MARGEN DE MEJORA
Zapico, representante a su vez de Convocatoria por Asturias, ha remarcado que, pese a los buenos datos económicos la derecha quiere hacer creer que el país va "mal".
Si bien ha reconocido que hay margen de mejora, ha sostenido que van por el camino "correcto". En esta línea, ha abogado por un nuevo hito, con la reducción de la jornada laboral al objeto de trabajar menos para tener más tiempo libre.
No se ha olvidado el consejero de la dificultad de acceso a la vivienda. "El mercado no se doblega solo", ha advertido antes de incidir en la necesidad de un pacto social para favorecer el acceso a una vivienda digna y asequible.
"Necesitamos una contraofensiva", ha apuntado, por otra parte, en una apuesta por gobiernos progresistas. "Empezamos con este acto", ha agregado Zapico.
Por otro lado, ha aludido a la importancia de garantizar desde lo público el carácter estratégico de la producción de acero, "con o sin Mittal". Un planteamiento que ha asegurado que sirve para Hunosa, en la transformación hacia un modelo ligado a la energía y el Medio Ambiente.
Por su parte, Vegas ha destacado la propuesta "histórica" de reducir la jornada laboral de 40 a 37,5 horas, a lo que ha avanzado que no se conforman con ello y van a seguir trabajando para llegar a la jornada de 32 horas y cuatro días a la semana sin reducción de salario.
"Será muy pronto un hito histórico", ha insistido de la reducción de jornada. Al tiempo, ha transmitido a la ministra de Trabajo las gracias por no haber cedido a presiones de la patronal. A esta última le ha trasladado que esta reducción también beneficia a las empresas porque aumenta la productividad y, por tanto, la competitividad.
NECESIDAD DE PRIMER ORDEN
Fernández Lanero, en su caso, ha visto en la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales una "necesidad de primera orden".
Ha advertido, por otra parte, de una ola reaccionaria que implica involución social a través de la pérdida de derechos. En la cresta de esa ola ha situado al presidente de EEUU, Donald Trump, al que ha llamado "negacionista del todo". Ha alertado, en este sentido, que, más allá de pensar c que es un "chiflado", ha advertido de que va a llenar las fronteras de aranceles y va a poner en jaque los empleos.
Ha pedido, en este caso a la UE, una política que proteja la actividad productiva, así como una verdadera política de inmigración. "Nada de cerrar fronteras o poner trabas", ha reclamado.
Ha abogado, también, por más unidad de izquierda para combatir la ola reaccionaria y mejorar las vidas de las personas con este tipo de medidas.
Para él, nada tiene que ver la productividad de las empresas ni la competitividad con la presencialidad, sino con las Nuevas Tecnologías, la IA y con la formación de los trabajadores en las empresas. Ha animado, al tiempo, a seguir subiendo los salarios y ha abordar cambios en materia de salud laboral.
Por parte de CCOO Asturias, Esther Barbón ha asegurado que la buena marcha de la economía española, con márgenes "históricos" empresariales, hace posible la reducción de jornada laboral. Por ello, ha avisado de que van a pelear "muy duramente" por ello.
"No es solo una necesidad, es una cuestión de justicia", ha recalcado Barbón, quien ha tildado de "fuera de lugar" las declaraciones "apocalípticas" de la presidenta de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), María Calvo, con respecto a la propuesta de reducción de jornada.
Ha recordado, también, la concentración convocada, a las 12.00 horas de este próximo domingo, en la plaza Mayor, para gritar alto y claro "que con los derechos de las personas no se juega".