ATLANTA, 4 Ago. (Reuters/EP) -
Amber Brantly, la mujer del doctor estadounidense Kent Brantly, infectado con el virus del ébola en Liberia y trasladado a Estados Unidos para recibir tratamiento médico, ha pedido que se rece por la misionera Nancy Writebol, que se contagió con él en el país africano y cuyo proceso de evacuación ha comenzado este lunes.
Tanto Brantly, de 33 años y trabajador de la organización cristiana de Carolina del Norte, Samaritan's Purse, como Writebol, de 59 y misionera de SIM USA, se encontraban en África Occidental para atender la emergencia ante el peor brote de ébola registrado en los últimos años y que ya ha matado a más de 700 personas en el continente desde febrero.
Brantly llegó a Atlanta el sábado, donde está siendo tratado por especialistas en una zona aislada del Hospital Universitario de Emory. La misionera Nancy Writebol, que contrajo el ébola con él, partirá hacia Estados Unidos este lunes, según ha informado el Gobierno de Liberia. El traslado de Writebol no se ha podido realizar antes ya que el avión sanitario sólo puede transportar a los pacientes de uno en uno. Su marido también abandonará el país en los próximos días, según ha informado SIM USA.
La mujer de Brantly, Amber Brantly, ha difundido un comunicado en el que asegura que ha visto a su marido y que se encuentra en buen estado. "Agradece a todo el mundo sus oraciones y pide que se rece por el regreso seguro y la completa recuperación de Nancy Writebol", dice el comunicado de Amber Brantly, que "se alegra de la llegada segura de Kent".
El director del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos en Atlanta, el doctor Tom Frieden, informó este domingo de que Brantly iba mejorando, aunque añadió que todavía es demasiado pronto para saber si sobrevivirá. El centro de Atlanta es uno de los cuatro del país con capacidad para tratar casos de ébola y además cuenta con un CDC.
Según el CDC, no hay constancia de que ningún paciente de ébola haya sido tratado en Estados Unidos antes. La última década entraron el país cinco personas con fiebre Lassa o Marburg, ambas fiebres hemorrágicas similares al ébola.
El tratamiento habitual para esta enfermedad son los cuidados de apoyo. Los doctores de Emory intentarán mantener la presión sanguínea y la respiración de los dos afectados, con un respirador si es necesario, o les practicarán diálisis si experimentan insuficiencias renales, como les suele ocurrir a los enfermos de ébola. Mientras que la tasa de defunción de la actual epidemia está en torno al 60 por ciento, los expertos aseguran que puede llegar a alcanzar el 90 por ciento de defunciones entre los infectados.
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