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Foto: EUROPA PRESS

NUEVA YORK, 30 Mar. (Notimérica/EP) -

   Comprender los terremotos desde el Paleolítico puede ayudar a crear mapas de riesgo eficientes que salven vidas y eviten los daños que provocan los grandes sismos, la amenaza permanente a la que se enfrentan en esta época lugares como México, Los Angeles o Chile. Un estudio conducido por el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) trata de desvelar las claves de los temblores de la tierra.

   El archipiélago conocido como 'Kodiak Island' ('Isla de Kodiak'), en Alaska, es un lugar de roce entre dos placas tectónicas. Se trata de uno de esos puntos en el mundo, donde un ligero movimiento de esas placas, tanto de acercamiento como de distanciamiento, puede producir el peor de los terremotos.

   En la punta oeste de 'Kodiak Island' hay una barrera natural que frena el avance de los terremotos, como se creía hasta ahora. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en el diario 'Papeles de Investigación Geofísica' de la Unión Geofísica de Estados Unidos ha demostrado que los sismos más fuertes pueden traspasar esta barrera.

LA HISTORIA DE 'KODIAK ISLAND'

   Esto ha ocurrido así numerosas veces. Hace 50 años, Alaska vivió uno de sus peores terremotos que alcanzó 9,2 de magnitud en la escala Richter, baremo que mide los movimientos sísmicos en una cifra que oscila habitualmente entre los 2,0 y 6,9 de magnitud.

   Esta zona ha interesado a los científicos e investigadores del USGS y de otras instituciones afines que trabajan en 'Sitkinak Island' (Isla de Sitkinak), una de las islas del archipiélago de 'Kodiak Island'.

   Estos investigadores han recabado información de los últimos 1000 años, en la que se incluyen al menos tres grandes movimientos en zonas de subducción, es decir, en zonas en las que dos placas tectónicas chocan y una se hunde por debajo de la otra.

   El gran terremoto de Alaska en 1964, el sismo con tsunami de 1788 y otro terremoto del que sólo se tiene constancia por escritos históricos de los asentamientos rusos en la región en ese período.

EL MÉTODO DE RECABAR INFORMACIÓN

   Cuando un equipo de investigación trata de recabar información sobre sismos del pasado, comienza estudiando los estratos de la tierra, con el fin de observar los cambios de nivel en el terreno o las inundaciones provocadas por un tsunami.

   "Entender este problema es importante porque los modelos de riesgo dependen de un adecuado entendimiento de las localizaciones y tamaños de los terremotos prehistóricos", afirmó Rich Briggs, uno de los investigadores del USGS.

   Situar los terremotos prehistóricos en las zonas de subducción requiere conseguir evidencias de roturas masivas bajo el mar y analizar los microfósiles. Además, la información geológica debe unirse a las observaciones sismológicas y geofísicas para crear eficientes modelos de riesgo.

   ¿Los resultados? Creación de mapas de riesgo y estudios tectónicos. "Entender las formas en que las fallas tectónicas se han roto en el pasado es importante porque el registro de los terremotos desde el Paleolítico nos da al menos una serie de escenarios posibles para prepararnos para el futuro", concluyó Briggs. "La información geológica debe unirse a las observaciones sismológicas y geofísicas para ayudarnos a crear eficientes modelos de riesgo".