PERÚ, 16 Dec (EUROPA PRESS)
El Gobierno peruano, bajo la administración de la presidenta Dina Boluarte, ha oficializado el retiro del coronel Harvey Colchado de la Policía Nacional del Perú. Colchado estuvo al frente de la orden de allanamiento en marzo de 2024 tanto a la sede del Ejecutivo como al domicilio privado de Boluarte, en marco de la investigación por el caso Rolex, donde se le vincula en actos de enriquecimiento ilícito y soborno.
El Ministro del Interior, Juan José Santivañez, justificó el retiro de Colchado y del coronel Walter Lozano como una medida para la "renovación de cuadros". Sin embargo, esta acción ha sido interpretada por Miguel Pérez Arroyo, abogado de Colchado, como un acto de "venganza" por parte del gobierno. "Esta resolución solo confirma un plan para el abuso y la venganza", declaró Pérez Arroyo, mencionando que esto desalienta a aquellos policías comprometidos con su deber.
Se sugiere que las acciones contra Colchado son represalias directas por su investigación activa que afecta a la presidenta Boluarte, así como la detención de su hermano Nicanor en el caso Waykis en la Sombra. La situación de Colchado había sido tema de especulación en las últimas semanas, sobre todo tras ser apartado progresivamente de sus funciones, incluso siendo asignado a tareas menores durante eventos internacionales como el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico realizado en Lima.
Colchado también enfrenta un proceso disciplinario por una imagen de su tarta de cumpleaños que ilustraba el allanamiento a la vivienda de Boluarte. La investigación en su contra, y la de la presidenta en el caso Rolex, continúa. Se acusa a Boluarte de haber recibido relojes de lujo no declarados, presuntamente a cambio de favores al gobernador de Ayacucho, Wilfredo Oscorima, relacionados con una asignación presupuestal considerable.
Ante los hechos, Boluarte enfrenta una segunda moción de censura y ha solicitado el cierre de la investigación, afirmando que los relojes eran un "préstamo" y no estaban sujetos a declaración. La crisis política y el clima de descontento dentro del cuerpo policial parece profundizarse con estas últimas decisiones gubernamentales.