PERÚ, 11 Mar (EUROPA PRESS)
Un reciente informe del Grupo Banco Mundial resalta que Perú podría lograr el estatus de país de ingresos altos en tan solo dos décadas si implementa reformas estructurales ambiciosas que fomenten la productividad y mejoren la institucionalidad. Bajo las condiciones actuales, el país necesitaría 64 años para alcanzar este objetivo. El estudio, titulado 'Perú: Aprovechando oportunidades para el crecimiento y la prosperidad', sugiere que aumentar la productividad, acortar las disparidades territoriales y fortalecer la capacidad institucional son clave para un crecimiento económico transformador en el país.
Desde 1991, se ha observado que la productividad en Perú creció a un ritmo significativamente más bajo que el del capital y la fuerza laboral, atribuido a regulaciones ineficaces que limitan el acceso al capital y al trabajo por parte de las empresas formales. A diferencia de lo que sucede en otras economías, donde las empresas antiguas aumentan su productividad con el tiempo, un negocio formal en Perú con 20 años de operación es apenas un 3% más productivo que uno con cinco años. Además, el análisis revela que la gran mayoría de las empresas informales no alcanzan la productividad necesaria para formalizarse.
Issam Abousleiman, director del Banco Mundial para Bolivia, Chile, Ecuador y Perú, arguye: "Perú ha demostrado un notable progreso en décadas anteriores, pero es momento de retomar la ambición nuevamente. Con reformas audaces y un enfoque en la sostenibilidad y la inclusión, Perú puede desbloquear nuevas oportunidades y asegurar un futuro próspero para todos sus ciudadanos".
Una de las áreas de enfoque del informe es la reducción de las disparidades regionales y la mejora de la efectividad institucional, consideradas cruciales para lograr un desarrollo sostenible e inclusivo. A pesar de algunos avances, aún existen brechas significativas de ingresos entre las regiones más ricas y las más pobres del país, con el ingreso por persona en Lima siendo más de dos veces mayor que en departamentos como Huancavelica, Cusco y Puno.
Oscar Calvo-González, director de Prosperidad para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, indicó que atraer inversiones a gran escala y asegurar la sostenibilidad ambiental en sectores clave podría acelerar la convergencia de Perú hacia un estatus de ingreso alto hacia el año 2042.
El informe también destaca el potencial productivo de las mujeres como fuente de crecimiento. Se calcula que igualar la participación laboral femenina a la de los hombres podría incrementar el PIB per cápita en un 17.7% hacia 2050. Además, subraya los desafíos en cuanto a deterioro institucional y eficacia de la inversión pública, señalando que para finales de 2023, más del 40% de los proyectos de inversión pública quedaron abandonados o paralizados. La reforma del sistema de inversión, junto con la profesionalización del servicio civil y la simplificación administrativa, son vistas como medidas cruciales para impulsar un crecimiento inclusivo y prosperidad compartida en Perú.